Los 50 Ave Marías

'Dios te salve María...' Entré a la iglesia. Se suponía que yo no debería haber ido porque tenía clases. Encima, me hicieron ir media hora antes que empiece la misa. Decenas de señoras, de esas que se dan golpes de pecho en la misa, rezaban - a su manera- el Rosario.
Yo no quería rezar el Rosario, nunca me provoca rezarlo. Puedo 'rezar' a mi manera, y de hecho, lo hago. Pero el Rosario no sabe coquetear conmigo.
'Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús...'
Miraba la iglesia. Analizaba la textura de las paredes, las luces detrás de las estátuas; esa iluminación que le dan a la Inmaculada fingiendo estar supendida. Volteo a mirar el coro. tres personas arreglando la posición de un órgano y dos micrófonos. Me acuerdo del texto de Bayly que leí en la mañana. Halloween. José Marìa Escrivá. Los plátanos. La pantera rosa.
'Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores. Ahora y en la hora de nuestra muerte...'
Bajé la cabeza. Ví a la mujer que se sentaba atrás mío. Era una señora gorda. La miré como observándola rezar. Me devolvió la mirada, pero con un mensaje extra: muchachita impertinente.
Hermanos, pongámonos de pie, para recibir al sacerdote que oficiará la santa misa.
'...Amén.'